Sueños que comenzaron en plena cuarentena ya se concretan. Vivir en zonas abiertas, cerca del mar y rodeados de bosque es para muchos un anhelo realizado. “Tenemos medidas 1.200 familias que se mudaron a Pinamar. La ciudad está creciendo a un nivel récord y se triplicaron la cantidad de consultas para radicarse acá”, aseguró Juan Ibarguren, secretario de Turismo y Desarrollo Económico de Pinamar. “En este tiempo se invirtió fuerte en la conectividad, hay mucha gente que viene a vivir acá gracias al teletrabajo”, resaltó.

Sueños que comenzaron en plena cuarentena ya se concretan. Vivir en zonas abiertas, cerca del mar y rodeados de bosque es para muchos un anhelo realizado.

“Tenemos medidas 1.200 familias que se mudaron a Pinamar. La ciudad está creciendo a un nivel récord y se triplicaron la cantidad de consultas para radicarse acá”, aseguró Juan Ibarguren, secretario de Turismo y Desarrollo Económico de Pinamar. “En este tiempo se invirtió fuerte en la conectividad, hay mucha gente que viene a vivir acá gracias al teletrabajo”, resaltó.

Al respecto, en las inmobiliarias de la ciudad las consultas están orientadas a la búsqueda de viviendas permanentes, no ya tanto a inversiones o a una compra estacional de verano. “Hoy quienes consultan buscan una casa para vivir, mientras que antes lo más común era para inversión de renta o bien de disfrute de verano”, aseguró Flavio Di Francesco de la inmobiliaria homónima. “Además, hay mucha intención y concreción de permutas”, sostuvo refiriéndose a viviendas de barrios residenciales de Capital Federal con Pinamar.

Las consultas que reciben hoy, no tienen que ver por ejemplo, con la cercanía o lejanía de las casas con el mar, sino más bien con el tipo de educación que hay en la zona, los servicios de salud, la conductividad de internet, etc.

Así, los brokers aseguran que este nuevo perfil de compradores comenzó de alguna manera a sostener la caída que venía evidenciando el mercado inmobiliario, sumamente golpeado en los últimos años.

“Con estas nuevas mudanzas, comenzó a modificarse la escala de la ciudad, por lo que el desafío ahora está en trabajar sobre los pendientes que hay de infraestructura urbana o mejorar la calidad de la salud”, finalizó Di Francesco.

A pocos kilómetros de Pinamar, la ciudad balnearia de Cariló también vive un auge. Allí, se logró una importante mejora en la conectividad de internet, con el tendido de fibra óptica, un pendiente de hace muchos años.

En Costa Esmeralda, si bien es Partido de la Costa, también se vive un boom. Ubicada a tan sólo 10 minutos de Pinamar, el barrio cerrado más grande de la costa evidenció un auge en la cantidad de argentinos este verano, pero también muchos interesados para quedarse a vivir definitivamente allí.

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