Fue un día de calor agobiante, “bien santiagueño” en el que Agustín Castaño (23) decidió que el trabajo en el taller mecánico de su tío, no iba más. Tenía materias del secundario pendientes y ganas de comenzar en un negocio propio que le generara ingresos suficientes para su familia, pero que, además fuera un vehículo de crecimiento personal. Así nació “La Reina de los Sabores”; un emprendimiento de bandejas sorpresas en el que el joven trabaja junto a su madre, Reina Bellido y su padre, Emilio Alejandro Castaño.

Fue entre 2017 y 2018 que decidió terminar sus estudios y comenzar a formarse en el Liceo Policial de la Provincia. Con el fin de costear los gastos que implicaba su formación empezó a ofrecer desayunos en bandeja a través de las redes sociales. La ventaja con la que contaba es que su mamá -a quien hace referencia el nombre del emprendimiento- siempre fue talentosa en para la pastelería, al igual que su padre, para la carpintería.

Así, la elaboración de las masas y el soporte del desayuno estaban garantizados por su trabajo. Mientras que, las tareas de promoción, administración y reparto estaban en manos de Agustín. Por entonces solo contaba con una bicicleta y era su medio de movilidad para todas las actividades diarias.

  

Todavía recuerda con cierta extrañeza el primer desayuno que prepararon. Se los había encargado una vecina del barrio San Martín, a través de las redes sociales. Y, aunque hoy le encuentran errores de todo tipo a la presentación, saben que la diferencia es la mejor señal de crecimiento.

En 2020, pese a las restricciones sanitarias por la pandemia del Covid-19, los Castaño siguieron con el emprendimiento hasta consolidarlo. Hoy, con mucho orgullo pueden contar que tienen clientes tanto en Santiago del estero, como en otras partes del país y hasta en el exterior. 

A cinco años de arrancar, Agustín considera que están bien encaminados y afirma que les gustaría ampliar el negocio. Por fortuna, en estos años lograron hacer una ampliación para trabajar en su domicilio en el barrio 25 de Mayo (La Banda) y ahora, la meta es equiparlo con herramientas que les permitan optimizar su tarea.

-¿Cómo comenzaron en este proyecto familiar? 

– Yo, antes trabajaba en un taller mecánico. Un día, me acuerdo que hacía muchísimo calor y yo estaba en un galpón de chapa, debajo de un auto. En ese momento digo: ‘qué hago aquí’ por qué  no me voy a estudiar, a trabajar en otra cosa… Yo amo la mecánica, me encanta todo lo que sean los vehículos, pero igual. En ese tiempo me manejaba en bicicleta o caminando además, así que vivía bajo el sol… Todo eso me ha hecho pensar. Entonces, he vuelto a mi casa y me he puesto a estudiar para terminar el secundario porque debía materias.

-¿Cómo se organizaron para trabajar?

-Mi mamá se encarga de lo que son las cosas dulces. Si bien ella no es pastelera, todo lo que sea comidas le sale muy bien. En honor a ella es el nombre del emprendimiento. Mi papá se encarga de lo que son las bandejas, él las arma artesanalmente porque no tenemos máquinas, sino herramientas manuales, como la amoladora. Yo me encargo de promocionar, de contestar mensajes, hablar con la gente, levantar los pedidos… Y mi hermana (Agustina Castaño) ayuda en ocasiones porque tiene su propio emprendimiento. Todos en la familia nos dedicamos a algo.

-Decías que una de tus tareas era la promoción de los productos, ¿en algún momento tomaste alguna capacitación sobre eso?

-He participado en dos eventos de UCSE en los que hablaban del marketing. 

-¿Qué recuerdas de las primeras ventas? ¿Fueron a conocidos?

-No. Yo he publicado en Marketplace (Facebook) y ahí me han encargado. Ahora seguimos con la misma modalidad, pero en el poco tiempo que tengo libre trato de buscar formas para abrirlo más a lo que es la publicidad. 

-¿Cómo son las bandejas que ofrecen?

-Por lo general, llevan infusiones de todo tipo (leche, café, té matecocido, azúcar), cubiertos, tostadas, mermeladas, sándwich de jamón y queso, una minitorta, pasta frola y alfajores. Es como lo que sirven en una cafetería, pero en bandeja.

-¿Qué es lo mejor de este negocio?

-Los bueno de este emprendimiento es que nos ha abierto muchas puertas. Al crear “La Reina de los Sabores”,  hemos podido vender otras cosas más que lo de desayuno. Nosotros siempre hemos vendido cosas. Mis padres tienen un negocio de pizzas, y de empanadas los sábados y domingos; pero antes no teníamos una marca. 

Ahora le ponemos nuestro sello y hacemos bandejas variadas. En su momento era muy poca la venta, pero a la gente le llamaba mucho la atención porque son distintas a las que se conocen en Santiago, por la decoración.

Además, cuando tenemos fechas especiales se trabaja más. Pero en el total, en el año se vende siempre la misma cantidad. Y esto es porque no podemos recibir más pedidos. A veces no nos dan las manos… Nos ha pasado que, por recibir muchos, hemos terminado olvidándonos de algún cliente o cambiando las entregas y ahí hemos decidido que lo mejor era poner un límite. Obviamente, si fuéramos más podríamos vender más. A veces, le pagamos a mí hermana para que nos ayude en su tiempo libre. 

Pero sí tenemos pensado contratar gente para que nos ayude. Pasa que a mí me cuesta trabajar con otras personas porque nos ha pasado de buscar un cadete; por ejemplo, y que se lleve la bandeja, no la entregue y no la devuelva u otro que ha entregado, cobrado y no nos ha llevado la plata.

-Teniendo en cuenta el contexto económico que atravesamos, ¿qué medidas toman para poder sostener el negocio?

-Muchas veces tratamos de mantener el precio porque a la gente a veces le es muy caro pagar. Tratamos de mantener, pero bueno, cuando ya no se puede, aumentamos. Nosotros hacemos todo a mano, así que compramos las cosas hoy y mañana capaz ya tiene otro precio.

Además, nosotros tenemos definido que el dinero que recibimos en efectivo es para comprar los insumos que hagan falta y lo que recibimos en transferencia es para guardar para hacer compras más grandes.

-¿Trabajan por pedidos o tienen stock?

-Por pedidos porque, al ser algo artesanal, vemos qué quiere el cliente y en base a eso tenemos que armar el regalo. Tenemos el catálogo en el WhatsApp Business En ocasiones puedo prepararlo en el momento si lo necesitan, pero por lo general no, porque estoy en mi trabajo. Así que lo ideal es que nos encarguen con 24 o 48 horas de anticipación.

 

-¿Qué metas tienen para este proyecto?

-La meta es hacerlo conocido, más de lo que es actualmente. Trabajar más en las redes, hacer buenas fotos para publicar… Por eso también queremos armar un salón lindo. El espacio en el que estamos no es muy lindo para sacar fotos, así que esperamos con ansias poder terminar el local para hacer publicidad de otra manera y que el público pueda llegarse también a buscar los desayunos.

Si bien, en este último tiempo ha estado algo parado por mi trabajo en particular, donde tengo horarios rotativos.

-¿Te gustaría en algún momento dedicarte exclusivamente a esto?

-Sí y no; porque soy una persona que tiene muchos proyectos y objetivos y quiero concretarlos.

-¿Cómo te definirías como emprendedor?

-Me calificaría como muy constante. A veces no puedo con todo, bajo el ritmo y sigo, porque me ha pasado de enfermarme por no descansar. Era un momento en que salían muchos pedidos y a mí me gusta cumplir con los clientes, porque ellos esperan con ansias que el regalo le llegue a la otra persona. Les interesa mucho más eso que el valor económico del producto.

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