Egipto y Sudán acudieron este jueves al Consejo de Seguridad de la ONU para pedir a la comunidad internacional que presione a Etiopía con el fin de que acepte negociar y alcanzar un acuerdo sobre la presa en el Nilo Azul.

Apenas tres días después de que Etiopía notificase que ha iniciado el segundo proceso de llenado de la presa, una infraestructura a la que se oponen los dos países vecinos, el Consejo de Seguridad abordó la crisis a petición de los países árabes.

Los ministros de Exteriores de Egipto, Sameh Shukri, y de Sudán, Asma Mohamed Abdalla, viajaron a Nueva York para denunciar las “acciones unilaterales” de Etiopía y advertir de las devastadoras consecuencias que el proyecto puede tener para sus países.

Shukri recalcó que la presa supone una «amenaza existencial» para millones de egipcios, cuya vida depende del Nilo, y acusó a Addis Abeba de actuar de forma «irresponsable» y con «mala fe».

Los dos países llamaron al Consejo de Seguridad a aprobar un proyecto de resolución que está impulsando Túnez para pedir a Etiopía que frene el llenado y se busque un acuerdo vinculante entre los dos países sobre la presa.

El titular egipcio de Exteriores, en un largo discurso, llamó al Consejo a actuar para evitar que se disparen las tensiones en la región y para que se retomen las negociaciones, que hasta ahora no han tenido resultados.

«El silencio del Consejo enviaría la señal equivocada y una aprobación tácita de este segundo llenado», añadió la ministra sudanesa.

Etiopía ha subrayado en todo momento que la obra, que será la presa hidroeléctrica más grande de África cuando esté completada, es estratégica para su desarrollo, tanto en términos de irrigación para su agricultura como en cuanto a su capacidad para producir electricidad.

En la reunión de hoy, el ministro etíope de Agua, Irrigación y Energía, Seleshi Bekele, defendió la infraestructura y acusó a los vecinos de haber rechazado sus intentos de diálogo y de acudir a la ONU para tratar de evitar que ejerza sus derechos.

«Un acuerdo está al alcance si hay compromiso político», señaló Bekele, que consideró que posibles pronunciamientos por parte del Consejo no ayudarían a ese objetivo.

Tanto la ONU como la mayoría de las potencias del Consejo de Seguridad subrayaron la necesidad de que los tres países colaboren para resolver la crisis, respaldando la mediación que busca la Unión Africana (UA).

«Llamamos a todas las partes a gestionar la cuestión de forma constructiva y a evitar pronunciamientos que puedan aumentar las tensiones en una región que ya es objeto de una serie de problemas, incluyendo el impacto de la covid-19 y los conflictos violentos», señaló el enviado de Naciones Unidas para el Cuerno de África, Parfait Onanga-Anyanga./ EFE

 

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