27 de septiembre, 2025
Actualidad

Bajo la apariencia de un intercambio cultural, el Reino Unido impulsa un concurso que busca legitimar y normalizar la ocupación británica en Malvinas.

El Reino Unido realiza nuevamente el polémico concurso para llevar a estudiantes universitarios de la Argentina y países de la región a las Islas Malvinas, con el objetivo de “conocer a los vecinos de las Islas Falkand”.

 

La iniciativa es impulsada por el Foreign Office a través de sus embajadas en Buenos Aires y en esta edición también forman parte Chile, Paraguay y Uruguay.

 

“¿Por qué me gustaría conocer a mis vecinos en las Islas Falkland?”, es el título del concurso, que tiene como objetivo “promover el intercambio cultural” entre el archipiélago del Atlántico Sur -ocupado ilegalmente desde 1833 por el Reino Unido- y los países de Sudamérica, para aumentar así “el conocimiento de los estudiantes argentinos, chilenos, paraguayos y uruguayos sobre las Islas y su pueblo”, según señalan las bases de la iniciativa.

 

Los tres estudiantes elegidos ganarán un viaje a Malvinas, donde permanecerán “una semana en la casa de una familia local, aprendiendo sobre la historia, cultura y sociedad”. 

 

Uno de los requisitos fijados por el Reino Unido es que los participantes tengan “interés por redes sociales y ser activo en ellas”, para así poder aumentar la difusión de las actividades que realicen en territorio isleño.

 

Sin embargo, hay que tener en cuenta que quienes habitan en Malvinas, es una población instalada, que no puede considerarse un “pueblo autóctono” ya que no se encontraba al momento de la colonización británica. Sus raíces e historia están vinculadas a Inglaterra, cuentan con pasaporte británico y sus autoridades dependen de la Corona Inglesa.

 

En ese sentido, el licenciado en Comunicación Social  y especialista en docencia universitaria, Omar Layús  señala que el llamado "Concurso regional Conociendo a mis vecinos de las Islas Falkland" organizado hace algunas semanas por el gobierno británico representa una nueva y reiterada estrategia del gobierno británico para avanzar en la normalización de una situación colonial anacrónica. Bajo una aparente iniciativa de intercambio cultural y académico dirigida a jóvenes de la región, se esconde un intento calculado de legitimar la ocupación ilegítima de territorio argentino.”

 

Explica que resulta ofensivo que este concurso utilice el término "Falkland" -impuesto por la fuerza en 1833- mientras ignora deliberadamente el nombre histórico y legítimo de Islas Malvinas. Esta elección terminológica no es ingenua: busca reforzar la falsa narrativa de britanicidad ante jóvenes latinoamericanos, pretendiendo crear una imagen de normalidad donde existe una violación al derecho internacional.

 

Y a la vez, agrega que la estrategia es clara: mientras se niega sistemáticamente a dialogar sobre soberanía con la Argentina, el Reino Unido intenta construir legitimidad a través de la seducción cultural y académica, buscando sortear los foros diplomáticos donde su posición colonial ha sido consistentemente rechazada. El objetivo evidente es crear la percepción de que las Malvinas son simplemente "vecinos" y no territorio ocupado.

Ningún detalle es inocente, ni al azar. Es significativo que este concurso se dirija específicamente a universitarios de la región. Y esto se debe a que  Se busca cooptar a las futuras elites latinoamericanas, exponiéndolas a una visión distorsionada de la realidad malvinense que omite elementos cruciales: el desalojo violento de las autoridades argentinas en 1833, las numerosas resoluciones de la ONU que llaman al diálogo bilateral, y el estatus colonial que la comunidad internacional reconoce en este territorio, comenta el Esp. Layús.

 

El preocupante silencio

Frente a esta ofensiva, la respuesta de las autoridades argentinas ha sido, en gran parte, de un preocupante silencio. A diferencia de años anteriores, cuando la Cancillería expresó un “categórico rechazo” al certamen, en esta ocasión no ha habido pronunciamientos contundentes del Gobierno nacional.

 

Esta falta de reacción oficial es alarmante, ya que valida por omisión la estrategia británica y permite que esta acción colonizante se desarrolle sin la oposición esperada.

 

Este silencio contrasta fuertemente con la postura de otros actores. El Gobierno de Tierra del Fuego y la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF) han sido los primeros en levantar la voz. A través de una nota formal, solicitaron al Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) que rechace el concurso y desincentive la participación estudiantil, reafirmando el compromiso con la defensa de la soberanía. De manera similar, parlamentarios del Mercosur han impulsado una declaración para repudiar el certamen, calificándolo de un intento de “manipulación cultural y política”.

 

La ausencia de una respuesta unificada y enérgica del Estado argentino es un factor que debilita el reclamo de soberanía. Permitir que la Embajada Británica lleve adelante este tipo de acciones en nuestro propio suelo es un acto de grave negligencia que va en contra de la causa Malvinas y de la memoria de quienes lucharon por ellas.

 

La Embajada Británica ya ha dado a conocer los nombres de los 10 finalistas del concurso, provenientes de distintas universidades argentinas.  El ganador será anunciado el 26 de septiembre del corriente año.

 

Entre ellos se encuentra la santiagueña Candela Gonzalez Niesl, de la Universidad Católica de Santiago del Estero.

 

Esta la lista es un claro reflejo de la penetración de esta iniciativa en el ámbito académico nacional, un hecho que debería encender todas las alarmas en el sector educativo y en las autoridades nacionales.

 

En este sentido, el Esp. Layús expresa que la Argentina debe responder a esta estrategia con firmeza y claridad conceptual. No se trata de oponerse al intercambio académico o cultural, sino de denunciar el uso instrumental de estos mecanismos para fines coloniales. Nuestras universidades y estudiantes deben conocer la verdad histórica: que los "vecinos" en realidad son ocupantes de territorio argentino, y que el único diálogo posible es el que reconozca previamente nuestros derechos de soberanía.

 

Y a la vez, sentencia que este concurso no hace más que reforzar la necesidad de intensificar esfuerzos diplomáticos y pedagógicos. Cada acto de propaganda colonial debe encontrarse con una respuesta contundente de verdad histórica y defensa irrenunciable de nuestros derechos.

 

 

Creditos: “Diez finalistas argentinos competirán en el concurso “conociendo a mis vecinos de las Falklands”, Agenda Malvinas, 8 de septiembre de 2025.

 

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