Está a pleno la temporada de piletas en clubes, colonias de vacaciones y fincas de descanso. La costumbre se volvió un infaltable para algunas familias en la temporada estival santiagueña. Pues, nadie es ajeno a las jornadas de calor extremo, en las que la sensación térmica supera los 40º C. Sin embargo, no todos estos espacios recreativos cumplen con todas las normas de salubridad y seguridad correspondientes.

Luis Oscar Guardo, perito accidentológico y analista en crisis explica que los predios con piletas deben cumplir con requisitos tanto estructurales, como de salubridad para garantizar la seguridad de los concurrentes. “Empezando el verano, la temporada estival, se empiezan a activar la mayoría de las piletas, tanto públicas, como privadas, las de los clubes…y gay que saber que la seguridad en pilleas es algo de un segundo”, comentaba.

Un  punto que menciona como fundamental es la higiene del agua. “Lo principal es la salubridad. Tiene que tener un agua aséptica para que la gente que concurra no tenga problemas, ya sea en contagiarse de otitis, conjuntivitis, o de otras enfermedades, porque el agua es conductora de muchas enfermedades”, indicó.

En ese sentido, el especialista explicó que “no hay hoy en Santiago del Estero un control de calidad de aguas”. “No se controla lo que se tendría que controlar. Y hay muchas fincas que se ofrecen con pileta, y de las que no se sabe cómo está el agua, porque el hecho de que esté clara, no implica salubridad”, remarcó.

Se parte de la premisa de que el agua de las piletas debe tener un determinado nivel de pH. Guardo, sostiene que, el personal de Calidad de Vida -organismo de la Municipalidad de la Capital, designado para las tareas de inspección-debe contar con un aval específico que realmente le permita establecer las condiciones del agua.

Ahora bien, en lo que respecta a lo estructural, las piletas, deben tener marcado en su contorno la zonas playas y las más profundas. Determinar una sola entrada y una salida para evitar que las personas se lancen desde cualquier lugar; lo que lo dejaría a expensas de cualquier peligro.

Los que asisten tienen que saber que la pileta tiene una entrada y una salida, y que debe estar cerrada para que el acceso sea uno solo. No que la persona venga corriendo y se meta al agua por cualquier parte”, agregó el consultado. 

Todo el perímetro de la pileta debe estar plenamente despejado para que los guardavidas tengan vía libre para poder socorrer en caso de ser necesario. “Si el bañero tiene que salir corriendo para el salvataje no puede tener sillas en el medio, no puede tener gente tomando mate en el pasillo…”, precisó.

Y, más allá de lo que hace a la fuente de agua en sí, señaló que los predios deben tener “a mano” las guías de seguridad, es decir, los contactos de emergencia, como así también un desfibrilador.

Colonias

Atentos a una demanda creciente, son cada vez más los complejos que ofrecen colonia de vacaciones para niños en verano, tal como lo hicieron por años los sindicatos y gremios. Guardo hace hincapié en que padres y madres deben conocer las condiciones que ofrece el predio, como así también, a las personas adultas que estarán al frente de las clases.

Lo importante de todo es saber a qué lugar vamos. Si es una colonia de vacaciones, saber cómo es la pileta, qué profundidades tiene… Saber la cantidad de personal idóneo que está a cargo, ya sea profesores de gimnasia, bañeros, personas que estén continuamente mirando la pileta”. “Pasa a veces que los chicos se tiran al agua y por no saber nadar, se ahogan”, relata.

Como se dijo, el personal idóneo es fundamental y se estima que debe haber un profesor cada 10 alumnos; lo que en la práctica rara vez se da. “A veces en las colonias de 30 o 40 chicos hay dos o tres bañeros o dos o tres profesores de gimnasia y son pocos”, señaló.  

Otro punto a tener en cuenta son las enfermedades contagiosas, hongos, o heridas, como cortaduras que deben ser evaluadas por un médico.  También si el niño se encuentra bajo algún tipo de tratamiento, o consume algún medicamento. Y, no menos importante, los que ingresan a la pileta deben hacerlo con traje de baño y un gorro para evitar alteraciones en el agua. También es necesario evitar que lleven bebidas de todo tipo, mate y mucho menos botellas de vidrio. 

El profesional explica que “lamentablemente no se controlan” muchos de estos detalles. “Es lo mismo que pasa con las combis escolares, uno se da cuenta cuando pasa el siniestro y acá tenemos que esperar a que se ahogue alguien para recién actuar. Pero, es fundamental que los padres sepan a dónde mandan a sus hijos y con quién”, advirtió.

Del dicho al hecho

Oscar Guardo explica que, en los últimos años, la comunidad tomó conciencia de los riesgos, gracias a que circula cada vez más información al respecto. Sin embargo, las fallas están en la acción. “Informados están; lo que pasa es que hay que tomar los recaudos”, afirmó. “Yo, como perito accidentológico lo veo en la cinemática de la pericia. Lamentablemente nos damos cuenta cuando ya es tarde, cuando ya pasó. Por eso es muy importante la prevención”, sostuvo. 

En detalle

En Tucumán, el Instituto de Previsión y Seguridad Social determina los siguientes requisitos a cumplir en clubes con pileta y natatorio:

-Instalar una cerca o valla de seguridad alrededor de la pileta. Estas deben tener un mínimo de 1,2 metros de altura, con barrotes separados de manera vertical, por una distancia no mayor de 10 centímetros para evitar que el niño pueda pasar por ese espacio.

-El cerco debe tener una puerta única con un mecanismo de apertura y cierre no accionable por niños pequeños

-Cuidár el agua con productos químicos adecuados para piletas sea de lona o fibra: Alguicida, cloro y decantador, esto permite mantenerla limpia y desinfectada.

-Se recomienda instalar cubiertas protectoras.

-El borde de la pileta preferentemente debe ser antideslizante

-Extraer todos los juguetes e inflables del agua cuando los niños dejen de nadar, para impedir que intenten recuperarlos cuando estén solos.

-Antes de entrar, lavar los pies y mantener la higiene personal. Esto ayuda a cuidar el agua de la pileta y a preservar la salud de todas las personas que ingresan a la misma.

-En caso de utilizar juegos/juguetes inflables para el agua, siempre deben ingresar limpios. En lo posible, enjuagarlos con agua y unas gotitas de lavandina.

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