Con cada vez más adeptos entre los adultos jóvenes y los adolescentes, la disciplina que combina el entrenamiento para ganar fuerza y masa muscular tienen efectos positivos a corto y largo plazo. No obstante, hay algunas cuestiones a tener en cuenta para garantizar los buenos resultados, sin caer en los mandatos de la industria alimentaria.

El auge de los gimnasios y dietéticas habla a las claras de una búsqueda de salud y bienestar. Quizás, como nunca antes la vida fitness, antes “reservada” a los deportistas y atletas, sale de la elite y se expande especialmente entre los jóvenes.

Tonificar, fortalecer y ganar masa muscular son las consignas de esta casi “filosofía de vida” que, bien practicada tiene resultados positivos. Y una de sus patas fundamentales es la alimentación, incluso antes que el mismo entrenamiento. Después de todo, de esta depende la energía disponible para encarar una rutina de ejercicios de fuerza.

La Lic. Romina Serna es nutricionista, diplomada en Nutrición y Salud para la Actividad Física y el Deporte, Técnica Antropometrista ISAK II. Como experta, pone en evidencia la necesidad de rutinas “individualizadas”, ya que no todos tienen las mismas condiciones físicas y nutricionales.

Pues no se trata únicamente de incrementar la ingesta de proteínas, dice. La industria alimenticia creó un sinnúmero de productos que se promocionan como mágicos a la hora de proveer estas moléculas. Sin embargo, pese a su buena prensa, no son lo recomendado por los expertos en nutrición.

Alcanzar el resultado deseado con el entrenamiento depende de otros factores alimenticios. Para derribar algunos mitos, la especialista se refiere a las rutinas de quienes apuestan a una vida fitnees; qué es lo ideal para la salud a la hora de embarcarse en esta disciplina, quiénes la practican y por qué es precisa la orientación profesional.

Sabemos que en la actualidad hay un número importante de personas decididas a cuidar su cuerpo y, por ende, mantenerse activas y con una alimentación adecuada. También hay quienes optan por entrenamientos más estrictos en la búsqueda de transformar su cuerpo, con músculos bien pronunciados y mayor fuerza. ¿Existe una alimentación específica para este último grupo? ¿Es necesario seguir un plan nutricional?

-Hay que destacar que siempre se obtendrán mayores beneficios si combinamos el entrenamiento físico con una alimentación adecuada y orientada hacia los objetivos específicos de la persona, en este caso puntual, el aumento de masa muscular. Además, una alimentación saludable permitirá mantener una buena calidad de vida.

-¿Reciben consultas de pacientes con estas metas? De ser así, ¿hay un patrón de edad entre ellos?

-Es bastante frecuente la consulta nutricional con objetivos de aumento de masa muscular, mayormente en adultos jóvenes o adolescentes.

Anteriormente estos objetivos aparecían más entre la población masculina, pero en la actualidad hay muchas chicas que buscan mejorar su fuerza o tonificar músculos. Esta situación es muy positiva, ya que nos muestra que se están derribando los mitos de que “las mujeres no deben tener músculos” y esto ofrece grandes beneficios para la salud femenina.

-¿Qué es lo que no debe faltar en su alimentación?

-Es fundamental que la alimentación sea individualizada, ya que todas las personas tenemos necesidades muy diversas, imaginemos que no podemos utilizar las mismas estrategias nutricionales para un adolescente de 17 años, que para una mujer de 30.

Y nutricionalmente hablando, se requiere un adecuado aporte de todos los nutrientes, haciendo especial énfasis en los carbohidratos y las proteínas, como también un adecuado aporte calórico, sin olvidarnos de micronutrientes clave, como por ejemplo el hierro.

Esta ampliamente comprobado que no es solo aumentar la ingesta de proteínas lo que determina el crecimiento del músculo.

 

-El mercado ofrece una variedad cada vez más amplia de productos para ganar masa muscular.  ¿Qué se sabe de su composición? ¿Qué tan efectivos son? 

-Muchos de los productos promocionados para aumento de masa muscular contienen ingredientes innecesarios o combinaciones que no presentan evidencia científica de un beneficio real.

Es muy importante tener asesoramiento adecuado a la hora de elegir un suplemento, de esta manera podremos elegir el producto que realmente necesitamos para lograr nuestros objetivos.

-¿Tienen algún riesgo para la salud? 

-Hay productos que contienen sustancias que podrían genera efectos negativos en personas susceptibles, por ejemplo, cafeína o excesiva cantidad de azúcares.

Y hay otros que contienen sustancias no admitidas en el ámbito deportivo. Cuando escuchamos hablar de “doping positivo” no necesariamente se refiere a “drogas ilegales”, sino a componentes no permitidos para la práctica deportiva, que muchas veces no están declarados en las etiquetas del producto.

-¿Es necesaria una supervisión o seguimiento profesional para su consumo?

-Absolutamente sí. En nuestro país los suplementos son de venta libre, esto genera que cualquier persona pueda decidir comprar el producto y que cualquier persona lo “recete”, esto sucede comúnmente en los gimnasios donde los entrenadores o los compañeros se van recomendando productos, sin tener conocimiento de la utilidad real de cada uno. En muchos casos, compran y consumen cosas que no saben para que son.

Otro punto importante: si la calidad de la alimentación es mala, no importa cuántos suplementos consumamos, no se obtendrán los beneficios esperados.

-¿Son contraindicados para algunos pacientes?

-Cada suplemento tiene composiciones diferentes, dependiendo de las características de cada persona habrá suplementos que se adecuen a ellos y otros que no. Por ejemplo, si hay una persona alérgica al huevo, no debería consumir un suplemento que tenga derivados de huevo, o en el caso de un diabético debería analizarse la composición del producto y la forma de consumo para no generar efectos indeseados sobre las curvas de glucemia.

 

 

  

 

 

 

 

 

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