Parte de Europa está convulsionada por una oleada de huelgas de trabajadores de distintos sectores en varios países. En Alemania, Francia y Reino Unido las movilizaciones y los paros se volvieron moneda corriente y sus principales demandas están relacionadas al salario, la caída del poder adquisitivo y la defensa contra el ataque a sus condiciones de vida, como se expresa en la fuerte oposición a la reforma jubilatoria del presidente francés Emmanuel Macron.

Con el conflicto entre Rusia y Ucrania en el fondo de la escena, se desató una fuerte inflación en todo el mundo debido al corte en la cadena de suministros. Según un sondeo, la guerra y la inflación son los mayores problemas para los alemanes este año, que tenían una gran dependencia del gas ruso.

La huelga en Alemania por salarios
Después de décadas, trabajadores del transporte paralizaron todas las vías que incluyen trenes, colectivos y aeropuertos del país con una enorme huelga en Alemania. La medida de fuerza estuvo encabezada por el sindicato Verdi que es el más grande y por EVG, que agrupa a obreros ferroviarios.

El país germano acumula una inflación por fuera de su normalidad del 9,3% interanual. Por este motivo, los sindicatos exigen un aumento de salario de mínimamente el 10,5% que apunte a recuperar el poder adquisitivo.

Sin embargo, la propuesta de los empleadores fue de un 5% de incremento por los próximos 27 meses, además de un bono de 2500 euros pagado por única vez. Los gremios rechazaron esto y continuaron con una huelga de 24 horas que contó con una gran adhesión.

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