En tiempos donde la música bailable está dominada principalmente por hiper producciones con capas de sintes, samples, autotune y estructuras electrónicas, Bandalos Chinos plantea el gesto casi revolucionario de volver a lo esencial: un beat de batería y bajo implacable, cálido en su añorada humanidad y preciso en su pulso natural, guitarras funkies que juegan verso a verso y la melodía que crece de modo sugerente, con la voz suave y amplia a la vez de Goyo Degano que narra escenas de celos e histeriqueos, infaltables en una verdadera fiesta.